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La madre ideal

He vuelto. Ni sé hace cuanto que no vengo por acá. Seguí leyendo a otras madres, pero tengo muy abandonado este espacio. Bah, tengo muchas cosas abandonadas, pero principalmente siento que me tengo abandonada a mí.

Hay días (la mayoría) que me siento desbordada. Me siento una especie de mujer-pulpo, una rara especie con múltiples brazos.Son muchas cosas y un solo cuerpo.

Los niños demandan. Supongo que todos, no sólo los míos. Los esposos también. Y sospecho que el mío tampoco es el único. La sociedad también demanda y ya ahí no se para donde correr.

Mucho se espera de las madres actuales. O mucho creemos que se espera de nosotras y actuamos en consecuencia. O al menos lo intentamos.

No sé como habrá sido la maternidad en la época de mi mamá y mi suegra. No sé que se esperaba de ellas ni cuánta autopresión se ejercían. Pero me miro, y miro a mis amigas y siento una pelota en el estómago.

Me pasa sólo a mí? Soy sólo yo la que día tras día acumula rutinas? Soy sólo yo la que a la noche piensa, que hice hoy de divertido, de distinto?

Hay días así, hay muchos. Y pienso y me enojo. Y pienso cómo puede ser que se me pasen los días entre platos sucios y ropa para lavar sin haber disfrutado aunque sea un rato de hacer algo divertido con los chicos?

Pienso y se me hace otro nudo en el estómago.

No me acuerdo como era mi mamá cuando yo era chica. No es una imagen que tenga muy presente. Pero me veo a mí, como soy y algo me hace ruido.
Siempre es así? O cuando los hijos crecen un poquito las cosas se acomodan?
Soy yo o a alquien más le pasa?
Me siento una mujer-pulpo. Y siento que entre tantas cosas que demandan se me están perdiendo cosas valiosas, no sólo con los chicos, sino también conmigo misma.